Redacción: Antonio Ortiz Pacheco
Twitter: @Orttan
Fue aquel 28 de mayo del 2014, cuando se hacía oficial por parte del Gobierno del Estado y Grupo Pachuca que la entidad, después de casi 18 años de ausencia, tendría futbol profesional, desde aquel día Zacatecas no fue el mismo, ¡Nacieron los Mineros! Se jugó un cuadrangular para la presentación oficial del equipo, teniendo como gran invitado al León, en ese tiempo actual bicampeón de la Liga Mx, Querétaro y Pachuca.
Las expectativas eran grandes
con el anuncio de la llegada del equipo, desde el desempeño de la escuadra
zacatecana, hasta la respuesta de la gente, el primero no defraudo, ganó el
torneo imponiéndose en serie penales a los gallos blancos demostrando en sus dos partidos que, juego en conjunto,
calidad y actitud, serían las características de nuestro equipo, sin embargo la
respuesta de la afición no fue lo que se esperaba, con entradas entre 9000 y 11
000 personas (menos de tres cuartos) se recibió el equipo, pero lo mejor estaba
por llegar.
Mineros debuto con un empate
de visita contra correcaminos y se venía el primer duelo de la temporada como
local ante el rival, deportiva y territorialmente hablando más odiado por los
zacatecanos, aunque con otros nombres, pero la rencilla sigue ahí. A los cuatro
segundos Gustavo Ramírez ponía sus letras bien marcadas para anotar el primer
gol oficial de Mineros en el Estadio Francisco Villa, por si fuera poco, el más
rápido del futbol mexicano y para cerrar con broche de oro, contra Necaxa de
Aguascalientes, ese duelo lo ganamos dos a cero.
El equipo se comportó bien
durante todo el torneo, con entradas espectaculares en su estadio, la afición
se consolido como la mejor el Ascenso Mx y estuvo en las buenas y en las malas
ya que el conjunto sufrió un pequeño bajón que derivó en una serie de empates,
lo cual el D.T Pablo Marini supo sacar a flote de manera adecuada, sentando a
jugadores que no atravesaban por su mejor momento y alineando a los más
experimentados; el apertura 2014 dejo juegos memorables, como aquella remontada
ante San Luis y la victoria como visitante contra el líder Coras de Tepic para
de esa manera calificar a la liguilla como segundo lugar, sí señor, Zacatecas
nuevamente tenia fase final de futbol profesional.
Se llegó el partido de cuartos
de final ante Lobos Buap de visita, Mineros gano 2-1 en un partido peleado,
pero a final de cuenta la calidad del equipo se reflejó en el marcador, en la
vuelta, se vio un equipo zacatecano confiado, superior y con un empate a uno
lograron el pase a la semifinal que sería ante el odiado rival, ¿Cómo? ¿Ante Necaxa?
Así es, la invasión minera al estadio victoria estaba latente, tanto así que la
directiva hidrocálida puso barreras para que los zacatecanos no adquiriéramos boletos, pero ni sus artimañas
lograron su intensión, se llegó el día, sábado 15 de noviembre, ¡28 minutos
para cruzar la Unirse que conecta Zacatecas y Aguascalientes! ¿Qué? ¿Casi la
mitad de lo que se hace en trayecto normal de estado a estado? Así es, la fila
de vehículos con placas de Zacatecas era enorme, ni con las mejores ofertas en
los centros comerciales más conocidos en el estado vecino había visto eso, era
claro, la afición zacatecana nos tatuamos rápidamente el escudo y colores de
mineros; las seis en punto y la invasión se había consumado, miles de voces de
la DDN (porra oficial de Mineros) y aficionados que por su parte acudimos,
apoyando en la cancha del Victoria, el partido no fue lo que esperábamos, con
un penal no marcado y un balón al poste, que aún sigo pensando cómo fue que no
entró, perdimos uno a cero, ah pero la atajada de último minuto de nuestro gran
arquero Carlos Velázquez (por cierto “Vela” uno de los más queridos por la
afición, aunado a que es un excelente portero, por su gran calidad humana e interacción
con la afición en cualquier lado que se le vea y hable) dejo la fe intacta en
la remontada.
Impresionante como se vivió la
semana correspondiente al partido de vuelta, el decisivo, no se hablaba de otra
cosa que no fuera mineros, conseguir un boleto era una verdadera hazaña, los
canticos de las porras era un género musical más en esas fechas, las playeras y
accesorios del equipo se reportaban agotadas, gente pagando más del doble por
una entrada al estadio, afición, que sin duda cualquier equipo le gustaría
tener, una hora antes del partido el estadio estaba a su máxima capacidad, otra
vez como en juegos anteriores, el estadio nos quedó chico, los primeros minutos
hicieron soñar a la afición zacatecana, era apenas el minuto 20 y mineros lo
ganaba dos a cero con goles de su capitán Noé Maya y de Juan Cuevas.
Después, para ser honesto no sé
qué paso, el equipo se desplomo, solo defendíamos, no teníamos salida, Ramírez
no creía que Figoli con su característico salto anticipado, ganaría todo por
arriba para habilitarlo y siempre quedaba corto o llegaba tarde al balón, para mi
gusto debió entrar Edgar Pacheco al segundo tiempo, pero sin duda, Marini sabe más
de esto, las cosas se desboronaron
cuando Necaxa anoto el gol al minuto 84 que
los metía a la final del Ascenso Mx, el ambiente era muy tenso y para variar
otra vez no marcaron un penal cometido a “Vela” en el último minuto, solo hay
una forma de explicar lo que sucedió en ambos partidos de esa semifinal, la
suerte y destino del campeón, a la postre Necaxa seria el que levantara el
trofeo imponiéndose en serie penal a Coras de Tepic.
Nos queda un sabor amargo,
pero a la vez una ilusión intacta, tenemos equipo reforzado y bueno, las modificaciones al estadio hacen
soñar a la afición zacatecana con un proyecto serio que respalda Grupo Pachuca
y desde luego el Gobierno del Estado, se nos viene el torneo clausura 2015 que
es nuestro, y la afición apoyaremos, otra vez, ¡con todo!
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